martes, 8 de enero de 2013
domingo, 30 de diciembre de 2012
Cuando las cosas funcionan da gusto. Cuando no, también.
Ayer tuvimos un concierto en Geria. Guay. Podríamos decir muchas cosas del concierto. Podríamos decir que fallaban los monitores, que teníamos calor, que los micros daban mucha guerra,... Pero en realidad todo eso son detalles. Lo importante es la música, y ayer fue un día de esos en los que la música fluye directamente a través de los dedos hacia la púa y las cuerdas (o la baqueta y los parches y platos, según lo veas).
Y es que tocábamos a ciegas, sin oirnos los unos a los otros como nos gustaría. Ni falta que hacía. ¡Qué compenetración en el escenario madre mía! Igual no nos oíamos casi nada, pero todos sabíamos en todo momento donde estaba cada uno. Tremendo.
Pero esto no hubiera sido posible sin esas más de 350 entradas que se vendieron, que hacían que la gente viviera la música más todavía que nosotros. Porque cuando tienes un público maravilloso de más de 300 personas arropándote, disfrutando de la música y apoyando como si no hubiera un mañana, te cuesta hacerlo mal.
Y como siempre, un honor tremenso calentarles el escenario a Los Vamos, que llegaron después de nosotros a rematar la faena. Y vaya si lo hicieron, madre mía.
Si a cualquiera de los cuatro nos ofrecieran ahora mismo pasar una noche como la de ayer cada finde, firmaríamos donde hiciera falta. Ha sido alucinante. Y volverá a serlo. No sabemos cuando, pero volverá a serlo.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Gota a gota empieza la locura.
Siempre hay alguien que busca razones, excusas, motivos... y alguien que pasa de todo eso y solo busca conseguir los objetivos. En nuestros ensayos siempre hay por lo menos una persona del segundo grupo, y eso es contagioso. Muy contagioso.
Ni siquiera necesitamos estar todos, hasta en ensayos incompletos acabamos poniéndonos cabezones hasta que salen todas. TODAS. Y el caso de hoy es de libro. Jorge, insistiendo, solo contra el mundo, en que hasta que no esté esta canción no nos vamos. Que no podemos dejarla, tío; que mola mucho. Que si hace falta dejo de tocar para poder concentrarme en la voz.
Y claro, llega un momento en el que directamente aceptas seguir intentándolo solo para que se calle, que te está dando dolor de cabeza.
Y la canción sale. Porque Jorge lo vale. Porque lo valemos. Con un par.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Concierto mañana!!
martes, 27 de noviembre de 2012
Videoblog #6
viernes, 23 de noviembre de 2012
Hay esperanza.
Pues hoy salía del insti, y presencié un hecho que cada vez se repite más en él. Pelea a la salida. Y es que hay pocas imágenes más patéticas que un crío de unos 12 años tirado en él suelo, mientras otro sentado encima suyo le da con todas sus fuerzas. ¿Qué se puede hacer cuando se ve este espectáculo? Pues reír... Pero solo por no llorar.
Bueno, después de que, como siempre, alguien les separase, fui hacia casa. Casualmente, uno de los dos iba también hacia allá. Así que tuve el privilegio de poder ver cómo el pobre animal orgulloso se peleaba con sus amigos, que le impedían volver "a darle dos hostias". Claro que además, este idiota era el que estaba en el suelo, recibiendo, así que volver solo le serviría para recibir más. Y yo supongo que sus amigos no querían que acabase con algo más que un labio partido.
Total, que sigo hacia casa escuchando música en condiciones, concretamente Yngwie J.Malmsteen, pero con una idea zumbándome en la cabeza. «¿Son igual de subnormales todos estos o solo es que los idiotas resaltan más?» Pues según me estoy acercando a casa, me encuentro con un par de chicos que conozco y que deben tener esa edad, que viven cerca de mi casa. Y cuando ya me estoy yendo, uno de ellos suelta: "Tú tocabas la guitarra española, ¿no?" Y yo: "Sí, bueno, pero sobre todo la eléctrica" A lo que él responde: "¡Ah! ¡La eléctrica mola mucho más!"
No todos son igual de subnormales. Quedan esperanzas. Sí, joder, sí.